Los Mototortilleros
Papantla, Ver.- A lo mejor dirá usted que ya es un tema muy trillado y que se ha comentado mucho en los diferentes espacios informativos, y quizá tiene razón, pero una mancha más en el tigre no creo que lo haga diferente; me refiero al asunto de los mototortilleros.
Pero no voy a hablar mal de ellos - al menos yo no lo veo así - más bien se trata de una observación que lleva implícita tanto quejas de la ciudadanía como una recomendación para que éstas personas puedan vender más.
Y es que usted ya se habrá dado cuenta: cuando pasan por su colonia es común que los mototortilleros vayan circulando a una velocidad inmoderada y sonando el claxon como locos para avisar a los posibles consumidores que ya están ahí, y sí, ante el tamaño del escándalo que hacen, el bebé que despierta de su sueño inocente y hasta hace poco placentero, o la alteración de los nervios de quien sufre de tales, entre otras cosas, es imposible no darse cuenta de que ya llegaron.
Pero aquél que logra superar todo eso y sale de su casa raudo y veloz para comprar un bendito kilo de tortillas paseadas, resulta que ya no encuentra al mototortillero porque más raudo y veloz resultó el "vendedor" de tortillas y a esas alturas su presencia ya forma parte de la historia inmediata de su calle y ya anda por otro rumbo.
No sé de qué se trata: ¿quieren vender tortillas o quieren presumir la potencia de las motos y a ver qué claxon suena más? ... y deje usted cuando se empalman dos tortilleros a la misma hora y en la misma calle.
Porque para mi gusto y seguramente el de mucha gente, el buen vendedor era aquél de a pie que va pregonando su producto, por la calle, despacio, de casa en casa, dando tiempo suficiente para que el posible comprador prepare su dinero, lo piense y si lo quiere salga y compre.
Eso de correr como locos y sonar el claxon como desesperados sólo arroja como resultado dos cosas: la primera, que por la misma inexperiencia de los conductores que en su mayoría son chamacos que no rebasan los 18 o 20 años, alguna vez atropellen a una persona o de plano alguien con los nervios de punta salga a su encuentro - si los alcanza, desde luego - y de plano los apedree.
No, no estoy dando ideas, es sólo un pensamiento que me vino a la mente justo en este momento que escribo y que va pasando tal y como lo he descrito, un famoso mototortillero.
La segunda, que a esa velocidad es prácticamente imposible que vendan algo, a menos que pretendan que los consumidores los estén esperando a la puerta de la casa, en la banqueta, con la servilleta y el dinero en la mano y por qué no, un letrero que diga "quiero tortillas".
De esto deben poner atención los industriales que les proveen de tortillas a los vendedores porque de esta manera no van a obtener mayores ganancias.
Recalco, no estoy en contra de los mototortilleros porque finalmente se están ganando la vida - aunque se la ganen arriesgándola por la manera en que corren -, sólo hago el señalamiento de que pueden provocar accidentes en el que pueden lastimar o ser lastimados, como ya ha sucedido varias veces o bien llevarse no pocas "refrescadas", amén de que así no van a levantar ventas... eviten conducir como locos y darle vuelo al claxon tan agudo y penetrante que lastima y ofende, altera.
Es por su propio bien, ganan ellos y ganamos nosotros...
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