No pos, ta’caón, me cái...

No pos, ta’caón mi “Caniquita”…

TOTONAKEANDO

Desde el Imperio del Totonacapan!!!

Por Wanamá

Aquella señora estaba muy preocupada, estaba acostumbrada a los malos tratos de su marido que la golpeaba seguido y sin motivo, pero a últimas fechas ya no lo hacía. “A lo mejor ya tiene otra, a lo mejor ya no me quiere” -pensaba-… de pronto se le prendió el foco, “ya sé cómo hacerle para que vuelva a ser el mismo”.

El marido era de un carácter muy fuerte, no le gustaban las bromas y algo que le molestaba sobremanera era que le dijeran “Canica”, era un gran insulto para él, por eso, cuando llegó por la noche a su casa, su esposa lo recibió muy efusiva:

-Qué tal mi “Canica”, ¿cómo te fue hoy?

-No me digas “Canica” porque te voy a “sonar”…

-Yaaa mi “Canica” te estoy preguntando bien, ¿cómo te fue “Caniquita”?

-Que no me digas “Canica”!!! y sopas, le propinó el primer guamazo, la señora se sintió muy a gusto, ya había recuperado el amor de su marido e insistió…

-Yaaa mi “Caniquita”, ya mi “Caniquita”… y tómala, guamazo tras guamazo hasta que la tumbó al suelo pero… tirada la señora, con los ojos cerrados de tanto trancazo y sin poder articular palabra, -los labios los tenía hinchados-, todavía tuvo las fuerzas suficientes como para con los dedos, pulgar e índice, hacer repetidamente la seña de lanzar una canica…

No pos… ta´caón, algunos somos masoquistas, otros muy masoquistas y estaríamos muy contentos en volverle a dar nuestro voto a ese “político” que pidió licencia y anda “casa por casa” pidiendo el apoyo de la ciudadanía para reelegirse como diputado, hay que confiar en él, hay que creerle. Cuando resultó electo en las pasadas elecciones prometió volver, se fue más de dos años y hoy, hoy ya regresó y anda quesque “casa por casa” cumpliendo su promesa, no pos, ta´caón mi “Caniquita”…

Hasta la próxima, D.M.