jueves, 24 de agosto de 2017

Hoy voy a cambiar, dice Lupita.. yo también, digo yo

TOTONAKEANDO

Desde el Imperio del Totonacapan!!!


Por: Wanamá
Hoy voy a cambiar dice Lupita, yo también, digo yo… Unos cuantos minutos me bastaron para desaprobar esta triste historia de La Leona Dormida, contando exageradamente detalles de su tormentosa vida, en vez de cambiar la imagen que se tiene de la excelente cantante, la empeora… se imaginan ustedes, amables lectores, si yo les contara que caí en varias cárceles del país? En mi tierra natal Torreón, Coah., en Monterrey, N.L., en Tampico, Tamps., en Papantla, Ver. y en otras más? Siempre por faltas administrativas, afortunadamente, aunque las más tristemente recordadas fueron en Cárdenas y Villahermosa, Tab.
Resulta que un sábado abordé mi camioneta y salí por el regalo de mi esposa (al día siguiente, era su cumpleaños) y aproveché para surtirme de chelas, fui a un restaurante situado a unos metros del Hotel Tlahuasco, en Cárdenas, Tab., cuando entré me encontré con un militar, amigo mío, le invité unas, prefirió que le diera un aventón a su domicilio, compré mi cartón, lo eché en la batea y el militar subió también a la camioneta. Por ir platicando no me di cuenta que un vehículo se había estacionado tras de mí, eché reversa y lo golpeé, le rompí una calavera, me bajé, se bajó el otro conductor, me hice cargo de los daños, llegamos a un arreglo y cuando estaba a punto de pagarle llegaron unos policías municipales, éstos me querían detener, -Ya el asunto está arreglado señores… les dije. Insistieron en llevarme detenido quesque para que pagara la multa administrativa, tanta insistencia me hizo encaboronar… -Ustedes no tienen nada qué ver aquí, es zona federal, por lo que están actuando ilegalmente… la discusión subió de tono y cuando más caliente estaba, sentí un empujón por la espalda que me hizo irme sobre la patrulla de los municipales, me volteé y con un zurdazo y un derechazo (el uno-dos) tumbé a quien me había empujado, en la torre!!! Era un Federal de Caminos!!! Le tendí la mano para levantarlo mientras me disculpaba pero los policías pensaron que lo iba a seguir golpeando, se me echaron en montón, me sometieron y me esposaron, el Federal ordenó me llevaran detenido. Me metieron a una celda general, el Federal llenó unos papeles los firmó y se fue. Le dije al Inspector de Policía que pagaría la multa y que me dejara salir… -No puedo, me dijo, estás a disposición del Federal, mañana viene por ti. Efectivamente, al día siguiente, muy temprano fue por mí. Cuando me estaba sacando llegó mi esposa acompañada de un abogado, no sé cómo se enteró pero llegó. El abogado solicitó detalles de mi detención, se los negaron… -Cuando menos dígame a dónde lo lleva, le dijo al Federal… -A Villahermosa, le contestó. Me subió a su patrulla y enfiló a la carretera federal, iba a gran velocidad. El abogado y mi esposa siguiéndonos en otro vehículo, el Federal le “metió el turbo” a la patrulla, yo miro hacia atrás y dejó mucho, muy atrás al vehículo del abogado, -che Federal me va a llevar a despoblado y se va a desquitar… pensé. Afortunadamente nada sucedió en el camino. Finalmente llegamos a Villahermosa, otra vez lo mismo, me encerraron en una celda general “a disposición del federal”. Hice amistad con mis compañeros de celda, me respetaron al saber el motivo por el cual estaba detenido, “le dio en la torre a un Federal de Caminos”, comentaban. Para no hacérselas tan cansada, al día siguiente, temprano, estábamos en “amena” plática varios presos cuando de repente todos se echaron hacia el fondo de la celda, muy espantados... –Qué pasa? Pregunté… Ahí está el “Perro”, de seguro viene por uno de nosotros, me contestaron muy asustados. Se acercó a la reja, con unos documentos en la mano, un policía, -Wanamá!!! A la reja con todo y chivas!!! (El “Perro” iba por mí) uno de los presos se me acercó y al oído me dijo que a todo lo que me preguntara el “Perro”, a todo le contestara que sí… -Es un jijo de la… “madrea” a quien caiga en sus manos, antes de presentarlo oficialmente, te va a dar en la… Cuídate, Dios te Bendiga. Los presos me dijeron adiós con sus manos, la mera neta sentí temor, pero pos, ya estaría de Dios. El “Perro”, sin decir palabra, me esposó y me subió a su patrulla, en la batea, dos judiciales, uno a cada lado mío también se subieron. El “Perro” era de la Judicial. Tomó la carretera federal rumbo a Cárdenas, Tab., me llevaba de regreso. En el trayecto se desvió por un camino de terracería, (ya me llevó la fregada, pensé) Gracias a Dios, sólo fue para buscar un lugar y “hacer de sus necesidades”. Finalmente llegamos a Cárdenas y me presentó ante el Juez, éste ordenó mi liberación no sin antes pagar los daños y una multa administrativa… le ordenó al “Perro” me llevara hasta mi domicilio… -acompáñalo, le dijo a un secretario, este caón es capaz de “madrear” al chavo, por costumbre lo hace. –Quiero que este chavo llegue bien a su casa… y sí, cuando llegamos, el “Perro” algo gruñó, entredientes, muy molesto, no se le hizo conmigo, me dejó a las puertas de mi domicilio, mi señora me recibió llorando, nunca supe si fue por el susto o la preocupación que le causé o porque me quería (teníamos apenas 5 años de casados), siempre guardaré en mi memoria esta triste experiencia. Se imaginan si yo le contara a todo mundo, parte de mi vida? No, no quiero manchar mi imagen como lo está haciendo con la suya, la Leona Dormida…

Hasta la próxima, D.M….




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